miércoles, 26 de agosto de 2009

Los enganchados

Hace poco iba de compras con Fred. Estábamos en una tienda, viendo algunas cosas cuando se acerco un dependiente. Nos pregunto si podría ayudarnos en algo, le di las gracias y le indique que en caso de que necesitar algo, se lo comunicaríamos. El dependiente se alejo y continuo con su trabajo.

“Oye...” empezó Fred. “¿Ajá?” respondí sin prestar mucha atención mientras seguía mirando algunos complementos..
“¿Has visto al dependiente?” continuo Fred “Ajá” respondí sin interés
“Ha sido muy amable al querer atendernos ¿no?” “Que yo sepa es su trabajo...”
“Si, pero se notaba que tenia un interés especial por atendernos...”
Entonces una revelación llego a mi mente.. “Oh no.. otra vez no... ni se te ocurra..” “pero..pero..” “No, otro no. Te ha atendido porque es su trabajo, no porque este colado por ti, o sea el hombre de tu vida... ¡y ni se te ocurra engancharte de el!”

Fred parecía un poco contrariado... “Pero... ¿Porque dices eso?” “¿Porque? ¿Porque? llevamos 2 horas juntos, y en ese tiempo, te has enganchado del camarero que nos ha servido el café, porque te ha puesto un sobre extra de azúcar, y te has tomado tres cafés en quince minutos, solo para que siguiera atendiendote. Luego ha sido el conductor del autobús, porque te ha dicho buenas tardes y no se lo ha dicho a nadie, solo a ti, y ahora del dependiente, solo porque quería atendernos, y probablemente vaya a comisión y nosotros estamos viendo cosas que tienen, como mínimo, dos ceros, así que por favor, ya que sigues creyendo en el amor, al menos ten la decencia de no ver el amor en todas partes, se un poco mas realista por favor...”

El resto de la tarde fue algo mas tranquila, aunque hubo algún que otro intento por parte de Fred de engancharse por alguno mas, que fue rápidamente disuelta.

De camino a casa, seguía pensando en Fred, no podía comprender como era capaz de engancharse y abandonar a una persona con tanta facilidad. ¿Era bueno? ¿era malo? Desconocía el proceso mental que llevaba a una persona a pensar que el dependiente que le decía “buenas tardes” o la cajera que te daba las gracias era la persona de su vida... y olvidarlo a los cinco segundos. Y cuando encontrase al amor de su vida... ¿no se engancharía de nadie? ¿Estaría perpetuamente enganchado de esa persona? Todas esas dudas resonaban en mi mente, llame a Fred para tratar de aclararlas, pero no podía atenderme, porque se encontraba en el parque, convencido de que un chaval que muy amablemente le había indicado la hora, era el amor de su vida... Me despedí de el, no sin antes recordarle que el acoso es un delito...

Dos días después recibía un tweet de Fred, en el que me contaba que un compañero de trabajo era muy amable y que esperaba que todo saliera bien entre ellos. 3 días mas tarde, el elegido era otro al que se encontraba todos los días, una semana mas tarde era alguien que se encontraba todos los días al salir a correr...

Por ahora, sigo investigando a los enganchados, pero el único consejo que puedo dar es que tratéis de recordar que seguir a una persona no es romántico ¿ok?


XOXO

JuanmaX

2 comentarios:

Enrique Palacios dijo...

Cuando la ilusión se pinta en ojos ajenos sin razón...

Gata Dormida dijo...

Pues si... Existen personas que creen en el amor, pero creen que se encuentra en todas partes. Existe "esa persona especial", pero aparecerá cuando menos te lo esperes. Lo que pasa es que obsesionarse cada 2x3 con que esa persona que te mira quiere algo más... Eso da miedo!!