miércoles, 2 de diciembre de 2009

No esta permitido

Siempre me he considerado gracioso. Se que suena egocéntrico, pero siempre me he considerado gracioso, ya que no tengo un cuerpo de gimnasio o soy un modelo, dejadme que al menos tenga estilo y sea gracioso, gracias.

Siempre he tenido una “filosofía” de vida muy sencilla, “la vida ya es demasiado dura, no la hagas mas dura, sonríe un poco” y eso es lo que intento, sonreír todo lo que pueda.

Pero, como todo el mundo, también tengo días malos en los que no me apetece sonreír, y espero que el mundo lo comprenda. Pero no es así.

Por eso cuando en el trabajo, mi compañera me asalto preguntandome que me pasaba, le respondí esto mismo, que tenia un mal día, esperando que mi respuesta calmara su sed de conocimientos, pero no, no la calmo, compuso su cara mas seria y empezó a formar una frase, lo estaba viendo venir, íbamos a empezar una charla estúpida sobre lo que me había pasado y como la vida era bonita y todo mejoraría...

“La vida no es bonita y no va a mejorar, simplemente nos acostumbramos a ella”, empece a decir...

“Pues ya puedes estar sonriendo, no se te permite estar así” No daba crédito a lo que escuchaba, ¿No se me permitía estar serio? ¿Que mas no me estaba permitido? Una serie de preguntas comenzaron a aparecer en mi mente. “Para seria ya tenemos a Janice”
Y se marcho, así, simplemente, sin dejarme preguntar siquiera.

Así que no se me permitía estar serio, pero lo peor no era eso, no se me permitía estar serio, porque la única persona seria en la oficina era Janice, lo cual me llevo a pensar en que entonces a Janice no se le permitía sonreír porque el risueño era yo ¿No?

Regrese a mi trabajo, pero no podía dejar de pensar en los permisos. ¿Porque no se me permitía estar serio? Tras observar a mi compañera empece a vislumbrar la verdad.

Quizás no soportaba los cambios, quizás era un poco maniática y no podía soportar que la gente se comportase de forma distinta a como estaba acostumbrada. Con esa resolución en mente, me dirigí a algunos de mis compañeros, para plantearles mi duda y contrastar opiniones. No pude quedar mas sorprendido “No, tu no puedes estar así”, “No, tu no eres así” fueron algunas de las respuestas que obtuve. ¿Que estaba pasando ahí? ¿Me había convertido en una caricatura de mi mismo? Nadie me veía como otro tipo de persona, o quizás yo me había estancado en un ser risueño al que nadie tomaba en serio. Mire a mi alrededor y quizás mi compañera estaba en lo cierto, teníamos una persona seria, una risueña, un depresivo, un organizado, un despistado... Era como mirar un muestrario.

Tome una decisión. Me dirigí a la oficina de recursos humanos, llame a la puerta, entre, me senté en un sillón, sonreí y pregunte “¿Se me permite abandonar mi trabajo?”

Tras unos minutos, salí del despacho con una carta en la mano, me dirigí a mi puesto, recogí mis escasas pertenencias y me dirigí a mis compañeros: ¿Sabéis lo que no me permito?” Espere unos segundos mientras disfrutaba de sus estupefactas expresiones. “Ser como vosotros” y me aleje.

Cuando salí mire hacia el cielo, el sol golpeo mi rostro, sonreí y lo comprendí todo.

Nos esta permitido todo. Que nadie os diga lo contrario

JuanmaX

XOXO

5 comentarios:

Maria dijo...

Me has dejado helada!!
No sé si esto es cierto o es solo una historia, pero te doy toda la razón.
Opino que todos somos libres de hacer lo que queramos y de poner rumbo a nuestra vida por el camino que en ese momento más nos convenza.
Una persona no es solo de un tipo o una etiqueta, una persona puede llegar a ser tantas personas como estados de ánimo tenga, o tantas personas como habilidades tenga, o tantas personas como ella quiera ser.
Somos complejos y nunca se llega a conocer a alguien del todo.
Enhorabuena por la historia.
Por favor sigue escribiendo ;)

nacu dijo...

Olé, olé y olé. Me uno a María en eso de q da igual que sea una historia o algo verdadero. Tenemos derecho a estar como nos de la gana, y sobre todo, tenemos derecho a que nos entiendan ese derecho...

Besitos cielo y no dejes de escribir!!!

wishu dijo...

Impresionado me hayo...

En verdad, todos en esta vida tenemos etiquetas que nos pone la gente: "el gordo, el gay, el simpático, el imbécil, el pardillo..." y no es porque nosotros queramos tenerlas sino que así nos es más fácil clasificar a la gente y mantener conversaciones con ellas.

Pero por otra parte, todos tenemos momentos en los que dejamos de ser esa imagen social "perfecta" que los demás tienen de nosotros y tenemos nuestros días malos y demás.

Hemos de pensar que todos somos personas y vamos evolucionando por la vida...

Mi lema?? Siempre con la cabeza bien alta y que todo te resbale.

xoxo

Wishu

Vértigo dijo...

Hiciste bien! Parece que la gente se cree con poder sobre el resto pero no lo tienen.

UGE dijo...

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