sábado, 23 de enero de 2010

Los lazos que me atan

Son las 5. Mi iphone vibra y suena. Me giro en la cama, solo un poco mas. Mi iphone insiste. Me levanto a regañadientes. Extiendo la mano, con el mando activo mi ipod conectado a los JBL, empieza a sonar “Suddenly I see” doy gracias a Dior por ello y alzo la persiana, aun es de noche.
Me dirijo al vestidor, vuelvo a dar gracias por haber dejado preparado el outfit la noche anterior. Elijo los complementos, aun tengo sueño, cojo algo de Prada, no es difícil acertar.
Siguiente parada, el baño. Me miro al espejo “¿Que hago con esta cara?” no hay nada que una buena dosis de chanel no pueda corregir. Unas gotas de Givenchy y estoy listo.

Tras unos minutos me dirijo a la cocina, mientras mi ristretto se desliza en la taza mordisqueo una galleta. Enciendo el monitor, cargo mis feeds y Twitter. “Buenos días nos de Dior” es mi primer tweet, es obligatorio. Cojo el iphone, mis auriculares y el bolso y salgo hacia el trabajo mientras reviso el correo y respondo algunos tweets.
Llego al trabajo. En los descansos reviso el correo y aumento mi lista GTD con cosas que veo en Twitter, cosas que me piden y demás. Almuerzo con los compañeros, algunas historias son viejas y otras son nuevas, presto atención a las nuevas, las viejas ya las conozco, las escucho a diario. Vuelvo a casa, preparo alguna variación mientras organizo las cuatros cosas necesarias para ir a la facultad. Desperdicio horas valiosas en la facultad y regreso a casa. Preparo la mochila para el gimnasio, cojo el ipod shuffle y salgo disparado. Me agoto en el gimnasio y finalmente regreso a casa, me ducho y me pregunto cuando hará efecto el gimnasio. Ultimo Twitter y me acuesto. Repito el día una y otra vez.

Pero el viernes trato de recuperar mi vida social. Planeo una cita con Eve, una compañera que termino la carrera hace poco y ya ejerce. Nos ponemos al día y le pido consejo sobre un asunto legal, le tiendo un contrato.

Alza una ceja. “Es una broma ¿verdad?” agito la cabeza “Obviamente esta redactado por ti, nadie blinda un contrato como tu, pero, ¿esto es cierto?” asiento con la cabeza.

Se pellizca el puente de la nariz “A ver, ¿me estas diciendo que has redactado un contrato que redime a una serie de “nicks”,(noto el matiz de ridiculez en su voz) de un red social de internet, de unos supuestos agravios y te obligas a ser amable con ese nick en tus respuestas, y que alguien te ha “obligado” a firmarlo y quieres que pierda mi tiempo en analizar si existe algún resquicio en un contrato redactado por ti, para poder conocer en persona a ese “nick” y tomar un triste cafe con el?. No se que es peor, si que hayas redactado un contrato, si que esa persona te haya “obligado” a firmarlo o que te veas tan atado por el... y ¿me pides que pierda el tiempo con esto?” Asentí de nuevo.

“De acuerdo”

Ocurrió en un segundo, Eve me abofeteo con el contrato. “Tu no estas bien. ¿Quien eres tu y donde esta mi amigo?” Esa frase es mía, le respondí.
“No. Fue tuya. Era de mi amigo, del que comentaba la Vogue, del que descubría sitio nuevos, del que inventaba cocteles y siempre descubría perfumes y cosméticos nuevos, no de esta pseudo imitación que siempre combina los mismos Armani con lo mas clásico que tiene en el armario y toma un triste capuccino y huele a Givenchy.” Y rajo mi contrato en trocitos y me lo tiro a la cara.

“¿Sabes? estas atado a tus normas porque tu quieres, porque te gusta y yo no pienso participar en esto. Si quieres añadir a alguien a tu vida hazlo,si no, ignoralo, tal y como tu me enseñaste.”

Se levanto y añadió, “Esta consulta no te la cobro, pero la próxima vez que me vuelvas a preguntar una estupidez semejante prepara la tarjeta, y ten la decencia de llevar algo de Dsquared o Dior.”

Se giro, y con un movimiento de melena, añadió “Por supuesto, al cafe invitas tu.” Y se alejo. Siempre tuvo estilo, debo reconocerlo.

Tarde unos segundos en reaccionar, tenia toda la razón, había creado una serie de lazos que ataban mi vida, que la dirigían, no podía permitirme ese lujo, mi vida no debe dirigirse a callejones sin salida, mi vida anterior era nueva, sorprendente, y era yo el que la había atado... Sonreí, los lazos ya no están de moda, hora de cortarlos.

El sol acaba de salir, me puse mis Prada, agarre mi iphone, abrí la aplicación y escribí un tweet, “¿Para cuando ese cafe?” Ahora solo quedaba esperar que la vida me sorprendiese...


JuanmaX

XOXO

4 comentarios:

Sebas Oliva dijo...

Me alegro

Minipunk Arias dijo...

Que historia más extraña, no me quedó claro lo del nick, pero la frialdad de las respuestas si.

Agustín dijo...

¡Me ha encantado la entrada!
¡Muy buena! :)

Jose dijo...

Me gustaría formar parte de estos nuevos acontecimientos que te están sucediendo. Pero si no está siendo así, por algo será.

Sólo espero que estés bien, que te centres en tu carrera, en terminarla y colocarte, porque esa profesión te dará la estabilidad que tu vida chic necesita.

Un beso de un viejo amigo